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Acción

¿Qué es y qué significa?

Descripción del término jurídico Acción:

La acción en el ámbito jurídico español es un concepto polifacético que denota el derecho o la facultad que tiene una persona para acudir a los tribunales y ejercitar su pretensión frente a otra, reclamando la satisfacción de un interés o la defensa de un derecho. Este término legal es de vital importancia, ya que su ejercicio efectivo es un pilar central del sistema de justicia al permitir el acceso a la tutela judicial efectiva, garantizada por el artículo 24 de la Constitución Española.

Las acciones pueden clasificarse de diversas maneras, atendiendo a diferentes criterios como su origen, naturaleza, o los efectos que producen. Por ejemplo, se habla de acciones civiles cuando se pretende la protección de derechos privados o la solución de conflictos entre particulares, en tanto que las acciones penales se orientan a la activación del ius puniendi del Estado frente a conductas delictivas.

Según su función, podemos identificar las acciones declarativas, que buscan el reconocimiento judicial de un derecho; las acciones constitutivas, que tienen por objeto la creación, modificación o extinción de una relación jurídica; y las acciones de condena, dirigidas a que se imponga al demandado la obligación de realizar una prestación específica, ya sea dar, hacer o no hacer algo.

Considerando su objeto, se distingue entre acciones reales, dirigidas a la protección de derechos reales o patrimoniales, y acciones personales, que se refieren a la reclamación de obligaciones de índole personal. Asimismo, según su finalidad, se habla de acciones de defensa y de acciones de ataque o pretensión. Las primeras tienden a la protección de la situación jurídica subjetiva en caso de amenaza o perturbación, mientras que las segundas se ejercitan para obtener un bien o ventaja.

Además, la ley puede otorgar la posibilidad de ejercer acciones colectivas, en representación de un grupo o colectivo afectado por una misma situación. Estas han cobrado especial relevancia en materias como el derecho del consumo o el medioambiental.

Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Acción:

Un ejemplo contextualizado sería el caso de una acción de reclamación de cantidad. Imaginemos que una persona ha prestado una cierta cantidad de dinero a otra bajo la promesa de que este lo devolverá en un plazo acordado. Sin embargo, el deudor incumple su obligación, y el acreedor se ve en la necesidad de acudir a un juzgado de primera instancia para iniciar una acción civil de condena, específicamente una acción de reclamación de cantidad. En este caso, el acreedor presenta una demanda donde expone los hechos, aporta las pruebas del préstamo y solicita que el tribunal condene al deudor a devolver el dinero adeudado más los intereses y costas procesales pertinentes.

Otro ejemplo sería una acción de desahucio por falta de pago en un contrato de arrendamiento. El propietario de un inmueble arrendado puede encontrarse con que su inquilino deja de pagar la renta. Ante esta situación, el arrendador tiene la posibilidad de iniciar una acción destinada a recuperar la posesión de su propiedad y obtener el pago de las rentas adeudadas. Para ello, inicia una acción de desahucio por falta de pago ante los juzgados de primera instancia, alegando el incumplimiento contractual y solicitando la resolución del contrato además de la restitución del bien.

El correcto entendimiento y manejo de la acción es esencial para los profesionales del derecho, ya que su ejercicio adecuado asegura la protección de los derechos e intereses legítimos de las personas. La acción es, por tanto, un instrumento fundamental para la materialización de la justicia en España, posibilitando que los conflictos sean resueltos de manera ordenada y regida por los principios del derecho. Es el canal a través del cual los particulares instrumentalizan el papel del Estado para la resolución de disputas y la tutela judicial efectiva.

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