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Conciliación

¿Qué es y qué significa?

Descripción del término jurídico Conciliación:

La conciliación es un método alternativo de resolución de conflictos, utilizado comúnmente en el ámbito del derecho laboral y civil en España, aunque también puede aplicarse en otros campos jurídicos. Este procedimiento tiene como finalidad que las partes implicadas en un desacuerdo lleguen a un acuerdo amistoso, evitando así la necesidad de acudir a un juicio. Este proceso se celebra ante un conciliador, que actúa como intermediario neutral para asistir a las partes en la búsqueda de una solución consensuada.

En el marco legal español, la conciliación se considera un paso previo y preprocesal en ciertos litigios, especialmente en los asuntos laborales, donde es obligatoria antes de la interposición de una demanda laboral. En este sentido, es un requisito procesal que busca descargar los tribunales de justicia, fomentar la comunicación y el acuerdo entre las partes y, por ende, agilizar la administración de justicia.

Durante el acto de conciliación, las partes exponen sus respectivas posiciones y, con la ayuda del conciliador, exploran posibles soluciones. El conciliador puede proponer alternativas y sugerir compromisos, pero su función no es de decidir sobre el conflicto, sino de facilitar que las partes lleguen a un acuerdo mutuamente aceptable. Si se logra un acuerdo, este se plasma en un acta que tiene carácter de título ejecutivo, es decir, puede ejecutarse forzosamente en caso de incumplimiento.

Importante destacar es que este procedimiento es voluntario y las partes pueden abandonarlo en cualquier momento si consideran que no se está llegando a una solución satisfactoria. Además, suele ser más rápido y menos costoso que un proceso judicial y, al ser un proceso confidencial, permite que las partes mantengan cierto nivel de privacidad con respecto al asunto controvertido.

La conciliación es especialmente valorada por su capacidad para preservar o incluso reconstruir las relaciones personales o comerciales entre las partes, lo que es difícil de mantener tras un litigio contencioso. Al solucionar las diferencias a través del diálogo y el acuerdo mutuo, la conciliación se alinea con una visión más colaborativa y menos adversarial de la justicia.

Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Conciliación:

En el ámbito laboral, supongamos que el empleado de una empresa presenta una queja contra su empleador por una supuesta discriminación salarial respecto a otros compañeros con el mismo puesto y responsabilidades. Antes de poder acudir a los tribunales, se inicia el proceso de conciliación en el servicio administrativo correspondiente. En esta sesión, ambas partes, acompañadas de sus representantes legales si lo desean, exponen su situación y negociaciones bajo la supervisión del conciliador. A través del diálogo y con la orientación del conciliador, se llega a un acuerdo por el cual el empleador se compromete a revisar las políticas salariales y establecer un plan de igualación de salarios a cambio de que el empleado no prosiga con acciones legales. Una vez alcanzado el acuerdo, se firma el acta de conciliación y se evita un proceso judicial.

En el contexto civil, consideremos el caso de dos vecinos con un conflicto sobre la propiedad de un terreno. Uno de ellos pretende construir una extensión de su vivienda que invade parcialmente el terreno del otro. Para evitar un litigio prolongado y costoso, acuden a una sesión de conciliación donde se les propone encontrar una solución intermedia. Bajo la supervisión del conciliador, se acuerda finalmente un rediseño del proyecto de construcción que respeta los límites de la propiedad y, adicionalmente, se establece una compensación económica para el vecino afectado. Con este acuerdo, las relaciones entre los vecinos se mantienen cordiales y se evita una disputa legal.

La conciliación desempeña un papel crucial en el sistema jurídico español. Al proporcionar un mecanismo para la resolución pacífica de conflictos, no solo facilita la gestión eficiente de los recursos judiciales, sino que también promueve una cultura de diálogo, entendimiento y acuerdos duraderos entre las partes.

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