Descripción del término jurídico Demanda:
La demanda es una figura central en el derecho procesal civil español, donde es entendida como el acto por el cual una persona, el demandante, ejercita su derecho de acción ante los órganos jurisdiccionales, solicitando de éstos una sentencia que reconozca o declare la existencia de un derecho o interés legítimo o que imponga una condena a hacer, no hacer o entregar alguna cosa al demandado.
El ejercicio de la demanda se manifiesta a través de la redacción y presentación de un documento llamado escrito de demanda ante el tribunal competente. Dicho escrito debe cumplir ciertos requisitos formales y de contenido, tales como la identificación de las partes involucradas, una narración de los hechos que fundamentan la pretensión, la base legal aplicable y la petición expresa de lo que se demande. Además, se acompaña de todos los medios probatorios que respalden dichos hechos.
La demanda da inicio al proceso judicial. Al recibirla, el juez procederá a admitirla a trámite si cumple con los requisitos procesales y, posteriormente, la notificará al demandado, quien tendrá un plazo para contestarla. Este intercambio de posiciones inicia una relación jurídico-procesal entre las partes, el demandante y el demandado, que se desarrollará conforme a los procedimientos establecidos en las leyes procesales.
Las normas que rigen la formulación de la demanda están recogidas principalmente en la Ley de Enjuiciamiento Civil, la cual establece también los diferentes procedimientos judiciales en función del tipo de conflicto o del importe económico de la demanda, como el juicio ordinario o el juicio verbal.
En el ámbito penal, aunque no se hable propiamente de demanda sino de denuncia o querella, el concepto mantiene su esencia como un acto por medio del cual se inicia un proceso, más en estos casos ante las autoridades competentes en materia penal para perseguir delitos o faltas.
Una demanda es, por tanto, el vehículo a través del cual se canalizan las pretensiones privadas ante los órganos judiciales para su resolución, constituyendo un pilar esencial para el acceso a la justicia y el ejercicio efectivo de los derechos.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Demanda:
Un ejemplo de demanda en el ámbito civil podría ser el caso de una persona que haya adquirido un inmueble y descubra posteriormente que hay vicios ocultos en la construcción. El comprador podría presentar una demanda contra el vendedor por incumplimiento de contrato y reclamar una indemnización por los daños sufridos. En este supuesto, el escrito de demanda debería detallar los defectos encontrados, aportar evidencia de su existencia en el momento de la venta y demostrar la relación causal entre el daño y los vicios ocultos. La ley aplicable sería el Código Civil en referencia a las obligaciones contractuales y la jurisprudencia correspondiente.
Otro ejemplo podría encontrarse en el ámbito laboral, donde un trabajador que ha sido despedido de forma improcedente por la empresa, sin respetar los procedimientos legales o por motivos injustificados, podría interponer una demanda ante el Juzgado de lo Social. En este caso, la demanda debería contener la fecha de inicio y terminación de la relación laboral, las circunstancias del despido, y la solicitud de reconocimiento de la improcedencia del mismo y, consecuentemente, la indemnización o la readmisión al puesto de trabajo, conformemente a la legislación laboral vigente.
El dominio y comprensión de cómo y cuándo presentar una demanda y los procedimientos que de ella se derivan es una competencia fundamental del ejercicio de la abogacía y un mecanismo imprescindible para la tutela efectiva de los derechos e intereses de los ciudadanos, reflejando el principio de justicia en la sociedad.