Descripción del término jurídico Garantía real:
La garantía real es un derecho que tiene una persona (acreedor) sobre un bien concreto de otra (deudor) para asegurar el cumplimiento de una obligación, principalmente el pago de una deuda. Dicha garantía otorga al acreedor la potestad de dirigirse directamente contra el bien que sirve de garantía, independientemente de quien sea su poseedor, para, en caso de incumplimiento de la obligación garantizada, satisfacer su crédito con preferencia respecto a otros acreedores.
Este derecho real de garantía permite, por ejemplo, que el acreedor pueda vender el bien (en caso de hipoteca, mediante un procedimiento de ejecución hipotecaria) y, con lo obtenido, satisfacer la obligación pendiente. Las garantías reales más comunes en el ordenamiento jurídico español son la hipoteca, aplicada principalmente a bienes inmuebles, y la prenda, referida a bienes muebles.
La garantía real se constituye mediante contrato y debe ser inscrita en el registro correspondiente para que surta efectos frente a terceros. Así, en el caso de la hipoteca, su inscripción se realiza en el Registro de la Propiedad, y en el caso de la prenda, en el Registro de Bienes Muebles.
Es importante destacar que la garantía real es un derecho accesorio, lo que significa que su existencia depende de la obligación principal que garantiza. Por tanto, si la deuda que asegura es invalidada o extinguida, la garantía real también desaparece.
La garantía real ofrece al acreedor una mayor seguridad jurídica y una posición preferente en el cobro de la deuda en relación con otros acreedores, especialmente en casos de concurso de acreedores. Sin embargo, este derecho debe ejercerse respetando los procedimientos legales y no puede ser abusivo, afectando el derecho a la propiedad del deudor más allá de lo razonablemente necesario para satisfacer el crédito pendiente.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Garantía real:
Un ejemplo ilustrativo de la garantía real es la hipoteca que se constituye cuando una persona adquiere una vivienda mediante un préstamo bancario. El banco, en calidad de acreedor, exige como garantía del cumplimiento de la devolución del préstamo una hipoteca sobre la vivienda. En este caso, el inmueble queda afectado como garantía real de que el prestatario pagará la deuda contraída según los términos acordados. Si el deudor incumple con los pagos pactados, el banco tiene el derecho a iniciar el proceso de ejecución hipotecaria, mediante el cual puede llegar a adjudicarse el inmueble o venderlo en pública subasta para recuperar el importe adeudado.
Otro caso es la prenda sin desplazamiento sobre bienes muebles, como podría ser la maquinaria de una empresa. Si la empresa requiere financiación y ofrece como garantía su maquinaria, se está creando una prenda sin que la posesión de la maquinaria cambie de manos. De esta manera, la empresa puede seguir utilizando los bienes para su actividad económica, y al mismo tiempo, dichos bienes sirven como garantía del pago al acreedor. Si la empresa falla en sus pagos, el acreedor puede proceder a la venta de la maquinaria para recuperar la cantidad debida.
La relevancia de la garantía real en el sistema jurídico español radica en la protección que ofrece al crédito, dotando al acreedor de una herramienta efectiva para asegurar y, en su caso, recuperar la deuda, y al mismo tiempo, disciplinando al mercado crediticio al promover la responsabilidad en el endeudamiento. Este tipo de garantías contribuye a la estabilidad financiera y a la confianza en las transacciones económicas, ya que los prestamistas tienen mayores garantías de recuperación de sus créditos, lo que a su vez se traduce en una mayor oferta de crédito y mejores condiciones para los prestatarios.