Descripción del término jurídico Garantismo:
Garantismo es un concepto jurídico que refiere a un modelo teórico y práctico donde el centro de gravedad del ordenamiento jurídico está puesto en las garantías, es decir, en los mecanismos que aseguran la protección de los derechos fundamentales de los individuos frente a posibles abusos del Estado y otros actores sociales. Este término está profundamente vinculado con la teoría del derecho y la filosofía jurídica contemporáneas, y es especialmente relevante en sistemas jurídicos como el español, que pone un énfasis particular en la protección de los derechos y libertades individuales y colectivas.
El garantismo surge como reacción a las experiencias históricas de regímenes totalitarios y autoritarios, en donde la falta de garantías para la protección de los derechos civiles y humanos llevó a abusos sistemáticos. En el contexto de un sistema jurídico garantista como el español, la Constitución de 1978 y el desarrollo normativo subsiguiente incluyen una serie de instrumentos procesales y materiales destinados a salvaguardar la dignidad de la persona, sus libertades fundamentales y el principio de legalidad.
El garantismo implica una interpretación de las normas a favor de los derechos de los individuos y la limitación del poder punitivo del Estado. Esto se muestra, por ejemplo, en los procedimientos penales, donde las garantías procesales como el derecho a un juicio justo, a la presunción de inocencia, a la defensa, al juez predeterminado por la ley, entre otros, son indispensables para evitar injusticias y errores judiciales.
En términos prácticos, el garantismo se manifiesta en la labor de los jueces y tribunales, quienes deben garantizar que las acciones del Estado respeten los derechos de los individuos establecidos en la normativa vigente. Particularmente, el Tribunal Constitucional desempeña un papel central al interpretar la Constitución y proteger los derechos fundamentales frente a posibles violaciones por las leyes ordinarias o actos del poder público. Además, el garantismo se vincula con la idea de una justicia restaurativa que busque, además de la sanción del delito, la reparación del daño y la reinserción social del delincuente.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Garantismo:
Un ejemplo claro de garantismo en el entramado legal español se puede observar en el ámbito del derecho penal. Aquí, el garantismo se refleja en la necesidad de pruebas contundentes y el respeto al principio de presunción de inocencia. Por ejemplo, si una persona es acusada de un delito, el sistema garantista asegura que su libertad e integridad sean custodiadas hasta que la culpabilidad sea demostrada más allá de toda duda razonable. Durante el proceso penal, se deberán observar todas las garantías procesales, como el derecho a ser informado de las acusaciones, el derecho a no declarar contra sí mismo, el derecho a la asistencia letrada y el derecho a un proceso público realizado por un tribunal imparcial. Todo esto busca equilibrar las armas entre acusación y defensa y evitar los posibles excesos del aparato estatal.
Otro ejemplo de garantismo se encuentra en la jurisdicción constitucional, donde las personas pueden presentar recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional cuando consideran que sus derechos fundamentales, reconocidos en la Constitución, han sido vulnerados por actos del poder público. Así, se concede un mecanismo directo y preferente para la defensa de los derechos y libertades frente a los poderes del Estado, reforzando el Estado de Derecho y la primacía de la Constitución en el ordenamiento jurídico.
El garantismo es esencial en la rechtspraak de España, pues asegura la primacía de la persona y sus derechos fundamentales dentro de un Estado democrático de derecho. Con este enfoque se refuerza la confianza en el sistema de justicia y se fomenta la cultura de respeto a la dignidad humana y a la legalidad, que es la base para el convivir pacífico y la estabilidad social y política.