Descripción del término jurídico Herencia:
En el ámbito jurídico español, la herencia se entiende como el conjunto de bienes, derechos y obligaciones de una persona que, tras su fallecimiento, se transmiten a sus sucesores. El Código Civil español regula esta materia, estableciendo los sistemas de sucesión, tanto «intestada» (sin testamento) como «testada» (con testamento), así como los derechos de los herederos y las legítimas, que son las partes de la herencia de las que el testador no puede disponer libremente porque la ley las reserva a determinados herederos forzosos, como los hijos y el cónyuge.
La herencia se considera una universalidad jurídica, que implica que se transmite una universalidad de derechos y obligaciones como una totalidad, y no bienes aislados. El proceso de aceptación de la herencia puede ser a beneficio de inventario, donde el heredero no responde de las deudas personales con su patrimonio si las del fallecido son superiores a los activos hereditarios, o pura y simplemente, donde el heredero sí adquiere tanto los bienes hereditarios como las deudas sin limitación alguna.
Además, el proceso sucesorio incluye la valoración de los bienes, el pago de las deudas del difunto, la liquidación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y finalmente, la partición y adjudicación de los bienes heredados entre los herederos. Este procedimiento puede ser llevado a cabo mediante acuerdo entre los herederos o, en ausencia de este, mediante el auxilio de un contador-partidor designado por el juez o establecido en el testamento.
Los herederos pueden ser voluntarios, establecidos por el propio difunto en su testamento, o legales, determinados por la ley en ausencia de testamento. Además, el Código Civil contempla figuras como el legatario, a quien se le deja un bien concreto o una cantidad concreta de dinero, y el albacea, que es la persona encargada de cumplir la última voluntad del testador y realizar la ejecución testamentaria.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Herencia:
Un ejemplo de sucesión testada ocurre cuando Juan, un empresario que ha construido un considerable patrimonio, redacta su testamento y designa en él a sus dos hijos como herederos en partes iguales de su empresa y sus bienes inmuebles. Además, establece un legado para su sobrino, al que le deja una suma de dinero específica. Cuando Juan fallece, los hijos aceptan la sucesión a beneficio de inventario, ya que desconocen si existen deudas que puedan superar el valor de los bienes heredados. Tras realizar un inventario detallado y pagar las deudas correspondientes, se procede a la partición igualitaria de la empresa y los inmuebles, cumpliendo con las disposiciones del testamento y respetando la figura del legado para el sobrino.
Otro ejemplo sería el de una sucesión intestada, que acontece cuando María, una mujer soltera sin descendencia, fallece sin haber otorgado testamento. Según la legislación española, su herencia será distribuida entre sus parientes más cercanos siguiendo el orden establecido por el Código Civil. En este caso, sus padres serían llamados a heredar en primer lugar. Si sus padres ya hubiesen fallecido, se buscaría en el siguiente orden a posibles hermanos, sobrinos, entre otros familiares, hasta encontrar a los herederos legales que deberán repartir y aceptar la herencia siguiendo lo que disponga la ley.
El concepto de herencia es fundamental en el derecho sucesorio español, ya que la adecuada transmisión de bienes y derechos tras el fallecimiento de una persona tiene un profundo impacto en la organización social y económica. La ley busca proteger y garantizar los derechos tanto de los herederos como de los legatarios y acreedores, manteniendo un equilibrio entre la voluntad del testador y la protección de los herederos forzosos. Por último, el sistema sucesorio español y su correcta aplicación propician la paz social y el respeto a las últimas voluntades de las personas, contribuyendo a la justicia y equidad en la distribución del patrimonio familiar.