Descripción del término jurídico Infracción penal:
La infracción penal en el ordenamiento jurídico español se refiere a una conducta que va en contra de lo establecido en las normas penales, y que por tanto es sancionable. Según el Código Penal español, las infracciones penales pueden clasificarse en delitos y faltas, aunque la última reforma del Código Penal, en vigor desde julio de 2015, ha eliminado la categoría de las faltas, integrándolas en el sistema de delitos en forma de delitos leves.
Los delitos pueden variar en gravedad, y conforme a esto se estipulan diferentes penas y consecuencias jurídicas. La clasificación de las infracciones penales por su gravedad es fundamental para determinar la responsabilidad penal del individuo y para establecer el proceso legal adecuado. Así, los delitos se subdividen en leves, menos graves y graves. Esta clasificación incide también en los plazos de prescripción y en las posibles penas que pueden imponerse, que pueden ir desde multas económicas hasta privación de libertad.
Para que una conducta sea considerada como una infracción penal, generalmente debe cumplir con ciertas características: debe ser una acción u omisión voluntaria, estar tipificada en la ley penal, ser antijurídica o ilegítima y realizarla una persona con capacidad de entender y querer, es decir, que tenga la culpabilidad necesaria para ser responsable penalmente.
El derecho penal español se rige por principios como el de legalidad, según el cual no se puede sancionar una acción o omisión que no esté previamente descrita como infracción penal en la ley. Esto es importante no solo para garantizar la seguridad jurídica, sino también para limitar el poder punitivo del Estado y proteger a los ciudadanos contra posibles arbitrariedades.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Infracción penal:
Un ejemplo de infracción penal podría ser el hurto. Se considera hurto la sustracción de un bien mueble ajeno sin la voluntad de su propietario y con la intención de obtener un beneficio económico. Este tipo de delito se caracteriza por no emplear la fuerza ni la intimidación en las personas. Por ejemplo, si alguien toma un teléfono móvil que no le pertenece de una mesa de un café, está cometiendo una infracción penal, más concretamente un delito de hurto, y podrá ser perseguido y sancionado conforme a lo estipulado por la ley.
Otro ejemplo sería la conducción en estado de embriaguez. Esta acción está tipificada como delito en el Código Penal español y puede tener consecuencias penales graves para el conductor. No solo se pone en riesgo la propia vida, sino también la de los demás usuarios de la vía. Un conductor que es detenido con una tasa de alcoholemia superior a la permitida por la ley ha cometido una infracción penal, y se enfrentará a sanciones como multas económicas, retirada del permiso de conducir o incluso penas de prisión.
La comprensión de la infracción penal y su adecuada tipificación son esenciales para el mantenimiento del orden y la seguridad jurídicas. Aseguran que los ciudadanos estén informados sobre qué acciones o conductas están prohibidas y las consecuencias de infringirlas. Asimismo, la correcta aplicación de las infracciones penales ayuda a prevenir la comisión de nuevos delitos y ofrece mecanismos para que las víctimas de hechos delictivos puedan recibir justicia y reparación.
