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Injuria

¿Qué es y qué significa?

Descripción del término jurídico Injuria:

Injuria en el derecho español se refiere a todo acto que lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación. La injuria, conforme al Código Penal español, se encuadra dentro de los delitos contra el honor, junto con la calumnia.

El honor es un bien jurídico protegido, y es considerado como el conjunto de valores personales y sociales asociados a una persona. La injuria, pues, ataca este bien jurídico al emitir valoraciones o juicios de valor que, por su contenido y las circunstancias en las que se producen, son innecesariamente ofensivos o humillantes, y carecen de toda justificación.

En contraste con la calumnia, que implica la imputación de un delito sabiendo que es falso o con temerario desprecio hacia la verdad, la injuria no necesita ser una falsedad ni imputar un delito. Basta con que la expresión o acción sea ofensiva y realizada con una intención clara de perjudicar la imagen pública o la autoestima del individuo.

Se exige que la acción o expresión sea percibida como ofensiva por un tercero. No es necesario que la persona a la que se dirige la tome como ofensiva, ya que lo que se protege es el respeto y estima que merece ante la sociedad.

Las injurias pueden ser graves o leves, dependiendo de su naturaleza, del medio utilizado para divulgarlas, del alcance de la difusión y de la posición del ofendido en la sociedad. Las injurias graves son aquellas que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, son consideradas por el Derecho penal como merecedoras de sanción en forma de pena de multa de seis a catorce meses. Por su parte, las injurias leves solo son perseguibles por la vía penal si la persona ofendida interpone una querella.

Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Injuria:

Una situación típica donde se puede apreciar la figura de la injuria es en el ámbito de las redes sociales. Por ejemplo, una persona pública como un político podría ser objeto de mensajes que, sin imputarle un delito, contienen expresiones que menoscaban su honor como acusaciones de ser inmoral o corrupto sin base alguna. Si estos mensajes son difundidos ampliamente, el político afectado podría emprender acciones legales por entender que se ha cometido una injuria contra su persona.

Otro ejemplo podría ser el de una disputa entre vecinos, donde uno de ellos coloca un cartel en el portal de la comunidad en el que llama al otro «ladrón» sin ningún tipo de prueba. Aunque no le esté imputando un delito de forma clara, el uso de este término de manera despectiva y pública provocaría que el vecino señalado se sintiera injuriado y podría demandar pordaños a su honor.

La relevancia de la injuria en la jurisprudencia española se manifiesta en la importancia que se le otorga al honor, la intimidad y la imagen de las personas. Así, la ley busca equilibrar la libertad de expresión con la protección de estos bienes inmateriales, garantizando el respeto entre ciudadanos y evitando abusos que degraden la dignidad humana, la cual es la esencia última de todos los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española.

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