Descripción del término jurídico Mandatario:
Mandatario es un término jurídico que se refiere a la figura que, dentro del contexto de un contrato de mandato, recibe el poder de una parte, denominada mandante, para actuar en su nombre y representación, realizando uno o varios actos jurídicos. El contrato de mandato se rige, en el derecho español, por los artículos 1709 y siguientes del Código Civil.
Según el artículo 1709 del Código Civil, «El mandato es un contrato por el cual una persona se obliga a ejecutar por cuenta de otra una o más operaciones mercantiles». Así, la relación entre mandante y mandatario está basada en la confianza, y aunque no es necesario que sea un contrato remunerado, el mandatario tiene derecho a recibir una retribución si así se ha acordado o si es conforme a los usos del tráfico.
La representación puede ser de dos tipos: directa, en la cual el mandatario actúa en nombre y por cuenta del mandante, y los efectos del acto jurídico se producen directamente en la esfera jurídica del mandante; o indirecta, donde el mandatario actúa en nombre propio pero por cuenta del mandante, quedando obligado frente a terceros y debiendo después transferir los efectos del negocio jurídico al mandante.
Es esencial para la validez del mandato, que el mandatario actúe dentro de los límites de los poderes que se le han conferido. Si actúa fuera de estos límites, puede quedar obligado personalmente frente a terceros y, en algunos casos, se le exigirá la rendición de cuentas al mandante.
El mandato puede ser especial, cuando se refiere a uno o varios actos jurídicos concretos; o general, cuando comprende todos los negocios del mandante. Además, este contrato puede finalizar por diversas causas, como el cumplimiento del encargo, la revocación por parte del mandante, la renuncia del mandatario o la muerte o incapacidad de cualquiera de las partes.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Mandatario:
Imaginemos una situación donde Pedro, un empresario, necesita comprar una propiedad en otra ciudad para expandir su negocio, pero no tiene tiempo para viajar y ocuparse de las negociaciones. Pedro podría otorgar un mandato a Ana, encomendándole la tarea de negociar y cerrar la compra de la propiedad. Pedro sería el mandante y Ana, la mandatario. Ana firmaría todos los documentos necesarios para la adquisición del inmueble, actuando siempre conforme a las instrucciones que Pedro le ha dado. Si Ana compra la propiedad por un precio superior al acordado o si compra una propiedad diferente a la acordada, habrá excedido las funciones de su mandato y podría enfrentar responsabilidades legales.
Otro ejemplo podría ser una situación en la cual Carlos, que está en el extranjero, otorga un mandato a su hermana Marta para que gestione su cuenta bancaria. Marta, en su calidad de mandatario, puede realizar pagos, transferencias y otras operaciones bancarias siguiendo las instrucciones de Carlos. Si Marta decide, sin la autorización de Carlos, invertir una cantidad de dinero en un producto financiero especulativo y pierde el dinero, Carlos podría demandarla por actuar más allá de su autoridad concedida por el mandato.
La figura del mandatario es crucial en el derecho español y en la vida económica y personal porque permite el despliegue de actividades a través de representantes, facilitando transacciones comerciales y personales cuando las partes no pueden estar físicamente presentes o prefieren delegar ciertas funciones a profesionales o personas de confianza. Su correcta comprensión y aplicación garantiza la seguridad jurídica y la agilidad en la gestión de negocios y asuntos legales.