Descripción del término jurídico Obligación solidaria:
En el ámbito del Derecho Civil español, la expresión «obligación solidaria» se refiere a un tipo de oblígación en la cual concurren varios sujetos, ya sean deudores o acreedores, y está caracterizada por otorgar a cada uno de ellos la facultad de exigir, o la responsabilidad de cumplir, la totalidad de la prestación debida. Es decir, no se divide la deuda o derecho entre los distintos sujetos, sino que cada uno de ellos puede ser requerido o puede requerir la totalidad de la deuda o el crédito.
El Código Civil (en los artículos 1137 al 1149) regula esta figura y establece que, salvo pacto en contrario, toda obligación que incluya a varios deudores o a varios acreedores se presume como una obligación solidaria. Sin embargo, la presunción admite prueba en contrario, es decir, se puede demostrar que la intención de las partes no era la solidaridad.
La solidaridad puede ser activa o pasiva. En la solidaridad activa, cada uno de los acreedores puede exigir por sí solo la totalidad del crédito, no obstante, una vez satisfecho, los demás pierden su derecho sobre el deudor pues se extingue la obligación. En cambio, la solidaridad pasiva permite que el acreedor demande a cualquiera de los deudores por la totalidad de la obligación; una vez satisfecha por parte de cualquiera de ellos, la obligación se considera cumplida para con todos los demás.
Es importante destacar que en la solidaridad pasiva el deudor que ha satisfecho la deuda tiene derecho a reclamar de los co-deudores su cuota parte correspondiente, salvo pacto que exima de esta responsabilidad de retorno, acuerdo que debe ser explícito.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Obligación solidaria:
Por ejemplo, imaginemos una situación donde tres socios de una empresa se comprometen frente a un proveedor a la compra de una cantidad importante de materia prima. El proveedor, conociendo la situación financiera inestable de la empresa, exige que la obligación de pago sea solidaria. En este caso, si la empresa no cumple con el pago, el proveedor puede demandar a cualquiera de los socios por la totalidad de la deuda. Uno de los socios, para evitar acciones legales más severas, paga el total de la deuda al proveedor. Posteriormente, este socio podrá reclamar a sus compañeros el importe correspondiente a su participación en la deuda.
Otro ejemplo podría ser el de un préstamo bancario solicitado por dos personas que desean iniciar un negocio juntas. El banco, para asegurar el retorno del préstamo, establece que la responsabilidad en el pago del mismo será solidaria. Si una de las personas no puede hacer frente a su parte, el banco tiene el derecho de exigir a la otra persona el pago completo del préstamo. Una vez realizado el pago por cualquier de ellos, la responsabilidad de deuda queda saldada, aunque el pagador pueda después reclamar al otro socio su parte correspondiente.
La comprensión de la «obligación solidaria» es fundamental en la práctica jurídica española, ya que incide directamente en la seguridad jurídica y en la eficacia de la circulación de los créditos y las deudas. Asegura a los acreedores un mayor alcance en la satisfacción de sus créditos y determina el grado de responsabilidad y compromiso de los deudores en el cumplimiento de sus obligaciones.