Descripción del término jurídico Simulación:
La simulación en el ámbito jurídico español se refiere a la creación de una apariencia jurídica que no corresponde con la realidad, con el propósito de producir efectos de engaño ante terceros o la propia Administración de Justicia. Esta figura se encuentra regulada principalmente en el Código Civil, en particular en los artículos 1275 al 1277. En esencia, el acto simulado es aquel en el que las partes acuerdan dar una falsa apariencia a un contrato, haciendo constar una declaración o un contenido de voluntades que realmente no han tenido lugar o que ocultan el verdadero acto jurídico que ha sido llevado a cabo.
Existen principalmente dos tipos de simulación: la absoluta y la relativa. En la absoluta, el acto jurídico aparente no esconde ningún acto real, es completamente ficticio. Por su parte, en la simulación relativa, sí existe un acto jurídico verdadero, pero este queda oculto por uno aparente. Los efectos de la simulación varían en función de su tipo. En el primer caso, el acto simulado no produce efectos jurídicos en cuanto a los acuerdos que pretende manifestar, mientras que en el segundo caso, el acto oculto puede ser válido si cumple con los requisitos establecidos por la ley.
La simulación lleva consigo una serie de consecuencias jurídicas. Si se descubre el acto simulado, este carecerá de efectos frente a terceros, pudiéndose declarar nulo de pleno derecho si se ha realizado con intención de perjudicar a un tercero o evadir obligaciones legales o fiscales. La simulación también puede tener repercusiones en materia tributaria, pues se considera un método de fraude fiscal, y, por lo tanto, puede conllevar sanciones administrativas y penales.
La detección de la simulación puede ser compleja, ya que requiere probar que la voluntad y los acuerdos de las partes son distintos a los manifestados en el acto jurídico formalizado. Por ello, la prueba en estos casos suele ser indirecta, a través de testigos, correspondencia privada, discrepancias entre lo declarado y la realidad económica, y otros indicios que puedan demostrar la existencia de un acuerdo oculto.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Simulación:
Un ejemplo de la aplicación práctica de la simulación sería en el caso de una venta de un inmueble. Imaginemos que una persona decide vender su casa a un familiar por un precio significativamente inferior al valor de mercado para pagar menos impuestos de transmisiones patrimoniales. En la escritura pública se hace constar un precio de venta bajo, cuando en realidad, el comprador entrega una cantidad mayor al vendedor de manera privada. Aquí estaríamos ante un caso de simulación relativa, ya que existe un acto jurídico verdadero cuyo contenido real se oculta mediante uno simulado. Si la administración tributaria descubre esta práctica, podría iniciar un procedimiento sancionador contra las partes involucradas por fraude fiscal.
Otro caso puede darse en el ámbito de las sucesiones. Supongamos que un padre transmite su patrimonio a uno de sus hijos mediante donación, quedando documentada legalmente, pero en la realidad lo que las partes acuerdan es que se trata solamente de un mecanismo para que ese hijo gestione el patrimonio familiar sin que realmente exista una intención de donación. Este acto podría considerarse como una simulación absoluta, dado que se crea un acto jurídico inexistente en la realidad. Si otro hijo impugnara la donación alegando la simulación, debería probar ante los tribunales la verdadera intención de las partes, lo cual podría resultar en la nulidad del acto simulado y la restitución del patrimonio al caudal hereditario.
El análisis e interpretación de la simulación requiere de un estudio profundo y detallado en cada caso concreto. La trascendencia de esta figura en el derecho español subyace en la necesidad de garantizar la seguridad jurídica y la confianza en las transacciones y actos jurídicos, evitando fraudes y actuaciones que puedan alterar el curso normal de los derechos y obligaciones de las personas. Por tanto, el tratamiento de la simulación es esencial para el correcto funcionamiento y la justicia del ordenamiento jurídico español.