Descripción del término jurídico Título supletorio:
El título supletorio es un instrumento jurídico en el derecho español que se utiliza para la regularización de la situación registral de los bienes inmuebles, en particular cuando no se dispone de una escritura pública que demuestre la propiedad de dicho inmueble.
Este título se concibe como una solución jurídica para aquellos casos en los que no es posible acreditar la propiedad de un inmueble a través de los medios ordinarios, como la escritura de compraventa o la donación. La figura del título supletorio permite a una persona que posee de hecho una propiedad inmueble, y que la ha estado utilizando de manera pacífica y continua por un tiempo determinado, solicitar ante el juez competente el reconocimiento de dicha propiedad, a través de una sentencia que sirve como título de propiedad.
Para su obtención, el interesado debe presentar una demanda acompañada de pruebas que acrediten la posesión ininterrumpida y pacífica del inmueble durante más de un año, generalmente a través de testimonios y otros medios de prueba. Además, debe publicarse un edicto para informar del proceso a posibles interesados y dar la oportunidad de que se presenten alegaciones o reclamaciones por parte de terceros.
Este procedimiento no supone una vía para adquirir la propiedad de un bien por prescripción, sino que su finalidad es la de formalizar una situación posesoria preexistente, que no había sido adecuadamente inscrita en el Registro de la Propiedad. El título supletorio contribuye a la seguridad jurídica, permitiendo al poseedor inscribir oficialmente la propiedad y así evitar futuros conflictos legales o problemas con la transmisión del inmueble.
Dicho título tiene efectos limitados si se confronta con los derechos de terceros que puedan demostrar una mejor titularidad del inmueble, ya que no puede prevalecer sobre derechos debidamente inscritos con anterioridad en el Registro de la Propiedad. En consecuencia, la validez del título supletorio puede ser cuestionada y sujeto a litigio si existen reclamaciones de terceros con mejor derecho sobre la propiedad.
Contexto jurídico en el que puede utilizarse el término Título supletorio:
Un ejemplo del uso del título supletorio podría ser el de una familia que habita un inmueble durante más de veinte años, donde los padres de familia han vivido y mantenido la casa pagando los impuestos correspondientes, pero sin tener una escritura pública de propiedad, ya que la adquisición se realizó a través de un contrato privado de compraventa que no se inscribió en su momento en el Registro de la Propiedad.
Al intentar vender la casa, se dan cuenta de que no pueden realizar la transacción debido a la falta de un título de propiedad inscrito. En este caso pueden recurrir a la solicitud de un título supletorio, presentando las pruebas necesarias ante el juez para que este emita una resolución que reconozca su propiedad sobre el inmueble. Tras la sentencia favorable, pueden inscribir la propiedad en el Registro y proceder con la venta.
Otro contexto para el título supletorio sería el caso de una persona que ha estado cultivando una parcela de tierra durante años, y aunque no hay una escritura que respalde su propiedad, la comunidad y los vecinos reconocen y respetan su posesión. Si esta persona quisiera obtener un préstamo utilizando la tierra como garantía, necesitaría acreditar la titularidad ante el banco. Al no contar con una escritura pública, podría solicitar un título supletorio demostrando su posesión pacífica y prolongada ante un tribunal, y con la sentencia resultante inscribir su derecho en el Registro de la Propiedad para formalizar la situación y usarla como garantía ante el banco.
El entendimiento y uso adecuado del título supletorio es fundamental en el marco del derecho civil español, ya que refuerza la seguridad jurídica al proporcionar un mecanismo para formalizar situaciones posesorias que de otro modo podrían generar inseguridad y conflictos entre las partes. Además, garantiza que los bienes inmuebles puedan ser objeto de transacciones comerciales legítimas y de actos jurídicos de relevancia económica, lo cual es esencial para el desarrollo y estabilidad del tráfico jurídico inmobiliario.